jueves, 17 de abril de 2008

Miedo

Hoy un "fontanero" municipal me ha llamado para decirme que en el entorno de cierto partido, su adversario, corría el rumor de que me iban a poner una querella por algo que he publicado. Me lo temía, e incluso algunos compañeros lo daban por hecho la semana pasada. No por eso he dejado de sentir cierto malestar.

Clau-claudio pensará que le he respondido con mi chulería habitual, porque me he limitado a decir: "¿Ya?", a lo que el "fontanero", sorprendido ha respondido: "Ah, ¿es que sabías que te iban a poner una querella?"

Lo peor de todo es que no era chulería (como le explico siempre), sino la constatación de un temor, un miedo unido a mi escasa capacidad para comunicarme en las distancias cortas... Es un hecho: Abuso de la sinceridad en mis comentarios y me lo reprocha mucha gente. ¡Qué le voy a hacer! No he sido programado para agradar. ¿Habría sido mejor ponerme la máscara del que se siente agraviado y empezar a justificarme? Lo hecho, hecho está. Lo cual no significa que no me entre pánico por tener que volver al Juzgado; que no me lamente una vez más de rozar el límite. Siempre me digo a mí mismo que debería hacer un periodismo más conservador y evitar los problemas innecesarios... A lo mejor llega el día en que tenga que hacerlo después de que me lleguen los palos. Hasta entonces, tiene que primar el imperativo categórico kantiano: Haz lo que debas. Y creo que lo estoy haciendo...

Este vídeo me lo ha enviado mi amiga Cristina y me ha servido de inspiración. Seguro que hoy duermo mejor sabiendo que hice lo que debía en vez de dar vueltas en la cama lamentándome por haber tocado los cojones a un ex alcalde. Al final, me pagan para eso. Muchas gracias, Cris.

3 comentarios:

Juanjo Marcos dijo...

Admiración, respeto y problemas de comunicación de tu leal compañero.

Cris dijo...

:) :)
y ya sabes los dos pasos hacia atrás... es para el impulso¡

Besos¡

Alex Domínguez dijo...

No será ni la última ni es la primera