jueves, 26 de septiembre de 2013

'B'

Octubre de 2008. Un viernes plomizo de otoño, de esos días en los que te levantas con la firme voluntad de no entretenerte mucho para que no te pille el toro y escribir tu artículo diario y el del fin de semana. Se te acerca tu jefe y te espeta un: "te vas a 'B', la Guardia Civil ha detenido al alcalde". Se te cae el alma a los pies. Sabes que entre unas cosas y otras, entre que te preparas, sales y llegas, allí no quedará nada. Encima no estás muy puesto en la política local de ese pequeño pueblo. Coges la moto y vas refunfuñando por el camino, esperando que no te llueva porque te olvidaste del chubasquero. Pero, ¿quién me iba a decir que tan sólo cinco años después 'B' iba a significar para mí mucho más que un alcalde imputado?

Pues así es. 'B' ha dejado de ser un sitio gris al que un día fui por trabajo para convertirse en un pueblecito en el que la luz del sol baña sus naranjos y se respira buen humor. M es de 'B', por lo que 'B' es para mí un pedacito de M. Si algo tiene claro M es que no quiere perder sus raíces y se le ilumina la cara cuando tiene oportunidad de volver, aunque sea por un rato, para pasar unas horas con su familia. Y creedme, no hay nada tan bonito en el mundo como la sonrisa de M.

Lo bueno de la familia de M es que no parecen una familia sino una pandilla de amigos de esas que se conocen desde que eran pequeños, en las que todo se dice a la cara y todo se perdona, en las que se aprovecha cualquier oportunidad para quedar y pasar un buen rato, con las coñas de siempre y las coñas nuevas. Y como en esa pandilla, como ocurre con mis amigos de San Juan, cada uno ha asumido un papel para que la cosa funcione.


G es el pegamento que todo lo fusiona, la estrella frente a la cual orbitan todos los demás conscientes de que es ella quien mantiene unidos. Es más, puede que ni siquiera orbiten en torno a ella, sino que formen parte de ella misma y sean sus prolongaciones hacia el espacio exterior toda vez que el ciego y descarnado destino decidió un día arrebatarle las fuerzas poco a poco. JC es la luz que emana de esa estrella e inunda al resto. Es la alegría, el que siempre tiene alguna broma pensada para que los demás se lo pasen bien. El de los planes y los comentarios ingeniosos, oportunamente contestados por A, que ejerce de alter ego, quizás su mejor amigo. Pero A no sólo es eso. Parece la fuerza de la gravedad de esa estrella, el que ejerce la atracción necesaria para que el sistema gire como un engranaje. Q es a la vez los rayos gamma, los rayos X y los rayos ultravioleta. Es la explosión radioactiva, pero además de violencia es el principio fundamental del que todo se crea, con el que aparece la luz y la fuerza gravedad, ella es la energía primaria de la estrella.

Es posible que a quien menos conozca es a ML, pero a mí se me asemeja al eletromagnetismo, esa potencia invisible que a la vez atrae y repele a las otras fuerzas fundamentales e impide que las consecuencias incontroladas devasten el universo. Una balanza que contrapesa y mantiene el equilibrio. M es Némesis, la estrella gemela, con una órbita mucho más alejada. Su presencia es imprescindible aunque no se perciba. Y cuando se acerca revoluciona al resto… El resto somos los que orbitamos. Primos, tíos, amigos. Incluso yo, el recién llegado.