sábado, 8 de enero de 2011

¿Dónde está el límite?

Leo con sonrojo que TVE ya no emitirá corridas de toros para no dañar la sensibilidad de los espectadores con el sufrimiento animal. Yo no soy taurino, pero reconozco su valor estético y cultural. Valoro el arte de algunos toreros que se arriman al peligro buscando la gloria o la muerte como lo pudieron valorar en su momento personas tan respetebles como Goya o Picasso. O Heminway... Sin embargo, la misma televisión que se nutre de los impuestos que yo pago me torró en Nochevieja con Bisbal, Baute, Sanz... y compañía, como si lo que hacen estos chiquitos pudiese considerarse remotamente arte. A mí no me van a pillar. Nunca compraré un disco de acordes repetitivos y voces melosas para enamorar a adolescentes que todavía creen en que existen príncipes azules.Y preferiría que con mis impuestos se promocionase a grupos desconocidos que verdaderamente merecen una oportunidad y que como yo, paguen sus impuestos en este país cainita para mantener una educación pública cada vez más nefasta y una sanidad más masificada. Y que vayan a los toros los quieran, y los que no, que no vayan. Y que lo vean por la tele los que quieran, y los que no, que cambien de cadena. ¿Acaso es tan difícil? 
No se trata de ideologías. Reconozco el valor de los profesionales de TVE y el hecho de que sus informativos sean más plurales que en la etapa del PP. Me parece una buena idea que la tele pública no tenga anuncios dejando esa parcela para las televisiones privadas, que son igual de aburridas. Lo que me da que pensar es la inexorable tendencia que vivimos de recorte de las libertades en todos los ámbitos.
Hoy, el portero de un bar me ha comentado mientras apuraba un cigarrillo en la calle que tengo que situarme a 15 metros de la puerta para que mi humo no moleste a quien quiera entrar en el establecimiento. Por ley. No puedo fumar en los bares porque alguien ha decidido que "es malo" para mí y si me quiero tomar una copa me tengo que salir, andar 15 metros y fumármelo allí. ¿Para qué? Realmente no es para evitar molestias o un cáncer a mi prójimo. Lo hacen para  deje de fumar, para que me resulte un incordio tener que salir, para terminar siendo un paria y quedar señalado frente a una sociedad sana que repele el humo no por maloliente o dañino, sino porque es un "vicio". Porque si no, ¿por qué no se permiten los bares para fumadores y para no fumadores y que cada uno haga lo que le venga en gana? ¿Dónde quedó aquello de mi libertad empieza donde termina la del otro?
Se prohibe fumar en los bares como paso previo a prohibir fumar en cualquier sitio. Para que nos vayamos acostumbrando. Del mismo modo que alguien decidió que para conducir una moto era obligatorio llevar un casco... ¿Y si yo prefiero correr el riego de partirme el cráneo a parecer la hormiga atómica? ¿A quién afecta eso? Alguien en su momento decidió que él era lo suficientemente poderoso y la sociedad los suficientemente estúpida como para imponer a todos que llevar casco. No nos convenció, nos obligó por ley bajo pena de multa. Luego vino el cinturón de seguridad o el chaleco salvavidas en las embarcaciones.
Otro, nos probibió plantar semillas, regarlas, abonarlas, cuidarlas y fumarnos la cosecha. También porque es malo. Da igual que te abra la mente, que te relaje o que te permita pasar un buen rato. El legislador, en su infinito conocimiento, simplemente lo prohibió y para la mayoría de la gente el que esté prohibida la maría es sinónimo de que es mala. Otro legislador se inventó las fronteras y se quedó tan ancho estrechando un mundo que era de todos. Por eso ahora no se puede circular libremente por la tierra como se hacía no hace mucho tiempo. Otro decidió que si te construyes un barco que simplemente flote no puedes sacarlo al mar sin que un ingeniero lo haya supervisado... por tu seguridad. Eso sí, previo pago al ingeniero y a la institución marítima competente. Y lo mismo con las casas. Tú no te puedes construir una nueva planta en tu vivienda particular y jugartela a que no se te caiga encima por tu cuenta y riesgo. Algún arquitecto previo pago tiene que supervisarla. Otro decidió que los cuerpos son feos y que no se puede andar por la cale en bolas, como es lo natural. Los hay incluso que pretenden que usemos las palabras que ellos quieren para definir determinadas cosas. Los que querían impedir, por ejemplo, que los gays llamen matrimonio a sus relaciones y que sin embargo llevan siglos follándose a los niños.
Estamos construyendo una sociedad de irresponsables que para todo tienen que pedir permiso a alguien que supuestamente sabe lo que nos conviene. Y nos quejamos de que el Estado gana dinero con el tabaco mientras nos impide fumar. El problema no es el dinero. El problema es el recorte de libertades.
PD: Sé que he pecado de demagogia barata en algunos casos, pero ¿acaso no es como para reflexionar?

miércoles, 5 de enero de 2011

Los Berrones...

Ahí va una canción de antaño olvidada pero recuperada. Especialmente dedicada a Óscar El Marqués... y para todo el que quiera disfrutarla, por supuesto.


Los Berrones - Chacho




Dicen
que tienes muches perres
y nun gastes un chapu sabrá Dios
en onde tendrás el furacu
Cuantos,
cuantos restolaron
por tos les otravies debaxo las teyes y hasta per les matos

Siempre que te vi andaves sólu per camín
con les madreñes desferraes un paraguón y un callau

Siempre que te vi andaves sólu per camín
 con les madreñes desferraes y un paraguón...

Chacho,
onde tas Chacho
fuisti pa´l otro mundu sin haberlo probao
Mucho te gustaben les mozes
 y nun hubo ninguna que mirare pa tí

Nunca
perdiste un cabudallu
y dives a tos los entierros y mises que hubiera en el añu

Siempre
 con la misma chaqueta
 los mismos bombachos,
 les mismes chiruques que enseñen la dea

Siempre que te vi andaves sólu per camín
 con les madreñes desferraes un paraguón y un callau

Siempre que te vi andaves sólu per camín
con les madreñes desferraes y un paraguón....

Chacho,
onde tas Chacho
fuisti pa´l otro mundu sin haberlo probao
Mucho te gustaben les mozes
y nun hubo ninguna que mirare pa tí.