lunes, 29 de septiembre de 2008

De Congreso en Valencia

Hay ocasiones en las que te parece haber vivido un momento histórico... por provinciano que resulte ese momento. Y la del pasado finde fue una de esas ocasiones. No es ni mucho menos el primer congreso de un partido que cubro como periodista pero este era especial porque se asemejaba al del año 2000 en que Zapatero se hizo con la secretaría general del PSOE y que sólo pude seguir por la radio y la tele. Nada que ver con los cogresos del PP, atados y bien atados desde la cúpula. Esta vez, el "aparato" socialista de profesionales de la política no ha podido con las ganas de cambio y el "aparato" de Ferraz no ha sido todo lo fuerte como para contrarrestar los vicios adquiridos, de ahí el exiguo resultado.

Jorge Alarte, un joven alcalde socialista de Alaquàs (Valencia), ganó el que parece que va a ser el punto de inflexión en el socialismo valenciano y como dijo Blanco es además el "punto y final" de los Lerma y los Císcar. El final de la gestión entre los amiguetes de los fracasos electorales o de las campañas electorales insulsas coordinadas por Diego Macià (el que por un lado va dando imagen de austeridad obligando a sus concejales a pagar de su bolsillo las botellas de champagne que se endiñan con el erario público y por otro permite que la familia de su mujer gane 10,7 millones de euros en tan sólo 11 meses con un pelotazo urbanístico de tres pares de cojones).


Corren nuevos tiempos y no sabemos si serán mejores o perores que los antiguos. No sé si Zapatero es mejor o pero que González... pero muy malo hay que ser para no mejorar la experiencia que hemos vivido en el los últimos tiempos con el 'friqui' Joan Igansi Pla, un líder que sólo era del gusto de todos los referentes del PSPV por ser tan malo que nunca podría hacerles sombra. ¡Enhorabuena, Jorge! Tan sólo ten en cuenta que por el momento no has conseguido nada, que no se te suba a la cabeza porque todo el trabajo está por hacer... Y estaremos vigilándote.


...y gracias a mis anfitriones, Amparo y Cristóbal, por hacerme tan cómodo el paso por el Cap y Casal; y a Cava, por esas risajas desestresantes de una larga tarde en busca de quinielas de una ejecutiva que no se cerró hasta las 7 de la mañana.

martes, 16 de septiembre de 2008

El pastiche moruno de Gistau

Sé que con este post no voy a hacer amigos. Más bien al contrario. Pero no puedo quedarme con las ganas de comentar un hecho que me ocurrió el domingo por la tarde y por el que todavía me estoy riendo. Sobre todo, después de que tras más de 8 años y medio en Alicante sigo sosteniendo a capa y espada que la gente se DISFRAZA en las fiestas de Moros y Cristianos, y no se "viste", como te corrigen los festeros al tiempo que tuercen el rictus con cara de asco...

Andaba yo en labores tan prosaicas como las de intentar maquetar algunas páginas del periódico y ordenar los temas, cuando recibí la llamada de un lector indignado que no se identificó y que pretendía hablar con David Gistau. Ni más ni menos. Para quien no lo sepa, Gistau es uno de los articulistas estrella de la edición nacional de EL MUNDO, y desde hace algún tiempo, alter ego de nuestro Rafa Burgos en la contraportada del domingo. El lector, que dijo ser de Mutchamel (Muchamiel, según Gistau, para el que la inmersión lingüística en la Comunidad Valenciana le trae al pairo, con lo cual también coincido), había leído el artículo La memoria hecha fiesta. En resumen, el mutxamelero aseguraba que iba a demandar al articulista porque había "injuriado" y "calumniado" a su mujer y sus hijos. Yo, le dije que enviase una carta al director o que tratase de ponerse en contacto con el autor del texto llamando a Madrid. No obstante, la curiosidad me llevó a leer más atentamente el texto y buscar las injurias de Gistau hacia la esposa y vástagos del festero.

Esas injurias se referían a la apelativos "carnavalescas" para las fiestas de Moros y Cristianos y, más concretamente de "tardías" o "menos espectaculares" (que las de Alcoy, Villajoyosa u Onteniente), en referencia a las de Mutxamel. ¡Vaya injurias y calumnias! Pero más allá de esto, lo verdaderamente injurioso debía ser la comparación de los corsarios berberiscos con "los piratas del Caribe a lo Johnny Deep" o como sigue (sic): "algunas incorporaciones menos ortodoxas como los chulapos de cachicuerna escapados del 2 de mayo, doncellas árabes que parecen salidas de una tarta para amenizar una despedida de soltero con la danza del vientre, campesinos de los de cañas y barro, y guerreras enfundadas en cuero que recuerdan a aquella Xena de serie B que protagonizó una mitología pajillera". Sin desperdicio. Es más, a lo mejor también es injurioso comentar que la espera antes del desfile de las comparsas (sic) "apurando los últimos tragos en vaso de plástico [...] recuerda a la de los extras de una producción de Bronston esperando a que Charlton Heston salga del camerino para empezar con el rodaje". ¡Qué bueno! O, para rizar el rizo, la calumnia puede venir al comparar a los cabos de las escuadras con "majorettes". ¡Excelso!

Sosotiene el diccionario de la RAE que una injuria es: 1. f. Agravio, ultraje de obra o de palabra. / 2. f. Hecho o dicho contra razón y justicia./ 3. f. Daño o incomodidad que causa algo. /4. f. Der. Delito o falta consistente en la imputación a alguien de un hecho o cualidad en menoscabo de su fama o estimación. Y sobre la calumnia: 1. f. Acusación falsa, hecha maliciosamente para causar daño. / 2. f. Der. Imputación de un delito hecha a sabiendas de su falsedad. Pues bien, yo que ya tuve que responder en este mismo blog a las acusaciones de Sara acerca de mi escasa sensibilidad con la Romería a la Santa Faz, me voy a meter en otro fregao. No veo ni injuria ni calumnia por ningún sitio. Más aun, estoy ABSOLUTAMENTE DE ACUERDO con las afirmaciones de Gistau sobre las Fiestas de Moros y Cristianos ya sean en Alcoy, Mutxamel, Ibi, Elda o Petrer (o las del barrio de San Blas en Alicante). Coincido en que no tienen nada de rememoración histórica más allá de la excusa de utilizar la Reconquista para chuzarse hasta las trancas. Lo cual, no significa que no me parezca bien que la gente se chuce con cualquier excusa, pero de ahí a mostrarme indiferente a que las instituciones se gasten el dinero en promocionar estas juergas como "patrimonio inmaterial" de la Humanidad (como hace la Diputación de Alicante), va un trecho.

Y no es porque sea madrileño y porque en el Foro no se tenga costumbre de participar en los saraos de los chulapos y las manolas (a los que van los cuatro del barrio, los que quieren dejarse ver para salir en reportaje chorra de la tele y algún que otro despistao). Simplemente, los Moros y Cristianos me parecen un pastiche (qué poco te gusta la palabrita, ¿eh, Juanjo?) posmoderno que quiere pasar por cultura. Y sí, creo que existe la alta cultura y la baja cultura, por mucho que a Rafa le moleste esta distinción.