miércoles, 10 de julio de 2013

Nosotros

Llevo varios días dándole vueltas a la cabeza sobre cómo escribir lo que tengo que escribir. Y no hallo solución, por lo que creo que lo mejor es empezar por el principio. Últimamente me va todo tan bien en la vida que busco la cámara oculta por si mi existencia se ha convertido en un 'Show de Truman'. ¡¡¡¡La última buena noticia es que voy a volver a ser tío!!!!!! (ya hablaré más adelante de esto) Hay que disfrutar todo lo que se pueda del presente porque ya llegarán tiempos peores, seguro.

Tengo un amigo --no es una figura literaria para hablar de mí mismo, es real-- un poco preocupado porque no termina de encontrar pareja. Las chicas con las que empieza una relación se echan atrás a las primeras de cambio con frases del tipo "es que acabo de salir de una relación y no estoy preparada para algo serio". Una excusa barata. Todos hemos hecho daño y a todos nos han hecho daño, es algo tan antiguo como el mundo. Y se supera muy fácilmente con la herramienta adecuada. Yo utilicé una vez el odio y me fue muy bien. Tardé más de lo que esperaba, pero el borrado de memoria RAM fue excelente. Es mucho más fácil y rápido utilizar el amor, otro amor, algo de lo que eres plenamente consciente cuando te cruzas con una persona con la que conectas. (Algún día tengo que dedicar un post a las diferencias entre el encoñamiento y el amor, que mucha gente confunde. Dejémoslo en que sólo hay amor cuando es mutuo, cuando se vive y no cuando se imagina, pero esa es otra historia).

Volviendo a mi amigo. Es sencillo. ¿Quieres mantener a una persona en el círculo concéntrico de "los amigos" pero no quieres pasarla al círculo reservado para "tu pareja"? Lo mejor que puedes hacer es ser sincero y decirlo claro. Si no lo tienes claro, no marees. Nadie tiene claro al principio cómo evolucionará su relación, lo único que se tiene claro es si te apetece intentarlo con esa persona o si no te apetece. Y el resultado no puede ser otro que, o te dejas llevar, te muestras tal cual eres y ya se verá, o pones espacio y tiempo entre ambos (mucho espacio y mucho tiempo) para que no haya malentendidos. Mi consejo para este amigo, si es que estoy en disposición de dar consejos sobre este tema, es que se olvide. Que no desperdicie ni un minuto más en alguien que no está dispuesta a dejarse llevar, que no quiere ni siquiera intentarlo, porque cuando fuerzas las cosas se terminan rompiendo. Ahí utilizo mi experiencia de "capitán bricolaje", una faceta en la que tengo más experiencia que en las complicadas relaciones humanas.



 Y digo todo esto porque para ser sincero conmigo mismo y con quien se acerque a este blog, estoy


Vale... es más guapa al natural!!!! ;)

viviendo uno de los mejores momentos de mi vida con una persona muy especial. Todavía no quiero desvelar su identidad (algunos ya la sabéis). No lo hago por mí, sino por respetar su derecho a la intimidad ya que soy bastante proclive a airear mis asuntos en ventanas como ésta. Lo que ocurre es que esta vez no se trata de mí, sino de NOSOTROS. Ella ha llegado cuando tenía que llegar, cuando ni me imaginaba que podía conocer a alguien como ella. Pensaba que al final terminaría solo (a lo que no le tengo ningún miedo) porque llevaba mucho tiempo sin conocer a nadie interesante. Mis amigos me decían que es que soy "demasiado exigente". Puede ser, pero es que no quiero acomodarme a lo fácil, a cualquier descarte con demasiado equipaje.bastente tengo con el mío. Quiero para mí lo mismo que yo estoy dispuesto a ofrecer a la persona que tengo al lado, lo mejor de mí. Me quiero a mí mismo lo suficiente como para no desearme una vida anodina por el simple hecho de "sentirme acompañado". Y es que rara vez me he sentido solo en las largas etapas en las que no he tenido una relación.

Pero como decía, no quiero hablar de mí, sino de NOSOTROS. Ella es la primera chica de la que no he sido amigo antes que pareja, y por eso hemos tenido que empezar por explicarnos mutuamente qué nos gusta y qué no, qué expectativas tenemos, cómo nos sentimos o incluso cuántos hijos nos gustaría tener… Así, de sopetón. ¡Para qué andarnos con escaramuzas! Y por ahora todo lo que veo en ella me gusta. Es más, o lo disimula muy bien o puedo llegar a asegurar que todo lo que ve ella en mí, le gusta también. Está siendo bonito y divertido, como tienen que ser los comienzos. Está siendo como tiene que ser porque ha llegado cuando menos nos lo esperábamos, porque ha llegado cuando tenía que llegar. Así que si a partir de ahora me veis más feliz que de costumbre, ya sabéis la respuesta. Sí.