lunes, 28 de mayo de 2012

Da igual

No es que tenga un poco olvidado este blog, sino que son pocas las cosas que puedo o quiero contar. Este año no hago otra cosa que pasar de sobresalto en sobresalto laboral, de tedio en la mayor parte mi tiempo libre (a excepción de algunas fiestecitas improvisadas o del viaje relámpago a Barcelona) y de incertidumbre sobre mi futuro familiar. Está claro que 2012 es un punto de inflexión, y a una semana de mi 39 cumpleaños, no hago otra cosa que darle vueltas a la cabeza. No os preocupéis. Me pasa siempre unos días entes de mi cumple. Por si fuera poco, a Gus y a mí nos ha dado por ver documentales sobre el origen del universo, sobre optimismo vital o sobre grandes conspiraciones que, a la postre, no sé si ayudan o hacen ahondar nuestro escepticismo. Bueno, hablo por mí, "mi escepticismo". Parece que todo el mundo a mi alrededor reordena su vida. Unos se van a buscar castañas en el extranjero porque la economía española es una basura y tiene visos de terminar en detritus, otros acaban de tener hijos, otros se van casar, otros se han ido a vivir juntos con sus parejas… y yo sigo igual. Que se entienda, no me quejo, estoy bien, como siempre, pero precisamente por eso tal vez me siento un poco atascado en el círculo trabajo-descanso-juerga-trabajo-descanso…, sin ningún tipo de expectativa a corto plazo más allá de pasar un buen verano. Podría ser peor, podría quedarme sin trabajo o sin amigos con los que salir de fiesta, eso sí que sería un drama. Con todo, estos documentales me permiten adoptar perspectiva respecto a la viva. La verdad es que nada tiene sentido y a la vez todo lo tiene. Somos una suma de partículas minúsculas y vacías que forman átomos, y estos se engrosan hasta crear la materia. Somos el recuerdo de un "big bang" que tuvo lugar hace mucho tiempo y pasaremos por esta vida sin pena ni gloria, más allá de la huella que dejemos en la gente con la que hemos mantenido contacto. Así las cosas, sólo cabe tirar para adelante, haya o no expectativas o incertidumbres porque la verdad es que nada de eso importa, nada será decisivo. Se trata de seguir sobreviviendo, eligiendo el placer frente al dolor. Punto.